Aceptación: Acogemos a cada persona independiente de su realidad o situación sin tratar de cambiarlo o protestar siempre y cuando no dañe o afecte a terceras personas.
Amistad: Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con las personas adultas mayores y el personal, que nace y se fortalece con el trato.
Amor: Manifestamos afecto y entrega incondicional hacia las adultas mayores y lo propiciamos entre el personal.
Armonía: Nos esforzamos en mantener un vínculo afectivo y una relación en equilibrio (el cuerpo, el espíritu, los sentimientos, la mente y sociabilidad) para generar un estado de satisfacción y bienestar (interior y exterior).
Respeto: Tenemos un trato justo y considerado con las residentes, al tener siempre presente su condición vulnerable y sus derechos humanos.